EL TREN NOCTURNO VIENE CONTIGO SIEMPRE
En la inmensidad del silencio se escucha a lo lejos el murmullo de la sirena del tren,
va pasando el tren nocturno, un escalofrío recorre mi cuerpo, llegando hasta tocar alma.
Es ese ruido tan sui generi del tranco que mece como en una cuna : taca ta, taca ta..taca tac.
Siempre que lo escucho pienso en ti¡
Cierro los ojos y me parece verte de pie , conduciendo con tu mano junto al volante de metal y la otra sosteniendo el cigarrillo.
Tu glauca mirada perdida en la inmensidad nocturna y ese paisaje oscuro que con las farolas de la máquina como una flor se va abriendo y mostrando el camino en la perspectiva de un trozo de tierra con yerbas, piedrecillas, abrojos, flores : dedales de oro dormidos, esperando el sol de la mañana para abrir.
Entre dos rieles el camino, iluminado por los focos de la locomotora.
Como cada vez que la vida me duele, vienes esta noche a consolarme.
Amo los trenes y ese pitazo fuerte que ejecutaba tu mano amorosa al pasar por el túnel de Quinta Normal y Matucana , para decirnos en ese lenguaje metálico que nos amabas y estabas allí alerta.
Por eso cuando pasa el tren de medianoche...igual que la niña que fui me cobijo entre las sabanas y el alma se me llena de soles.
Entonces ya no hay orfandad, ni soledad y como antaño imagino tus brazos estrechándome. Con
Es ese ruido tan sui generi del tranco que mece como en una cuna : taca ta, taca ta..taca tac.
Siempre que lo escucho pienso en ti¡
Cierro los ojos y me parece verte de pie , conduciendo con tu mano junto al volante de metal y la otra sosteniendo el cigarrillo.
Tu glauca mirada perdida en la inmensidad nocturna y ese paisaje oscuro que con las farolas de la máquina como una flor se va abriendo y mostrando el camino en la perspectiva de un trozo de tierra con yerbas, piedrecillas, abrojos, flores : dedales de oro dormidos, esperando el sol de la mañana para abrir.
Entre dos rieles el camino, iluminado por los focos de la locomotora.
Como cada vez que la vida me duele, vienes esta noche a consolarme.
Amo los trenes y ese pitazo fuerte que ejecutaba tu mano amorosa al pasar por el túnel de Quinta Normal y Matucana , para decirnos en ese lenguaje metálico que nos amabas y estabas allí alerta.
Por eso cuando pasa el tren de medianoche...igual que la niña que fui me cobijo entre las sabanas y el alma se me llena de soles.
Entonces ya no hay orfandad, ni soledad y como antaño imagino tus brazos estrechándome. Con
las manos sobre el pecho te digoen un susurro :chao papito, te amo como siempre estas aqui¡.
Comentarios
te invito a visitar el mío.
http://andreszuniga-escritor.blogspot.com.ar/
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Impreso en mi corazón per sempre.
Saludos cordiales!