viernes, enero 05, 2007

MI ULTIMA CENA DEL 2006


La víspera del nuevo año me encontraba en un momento , un proceso interno muy especial. Habitualmente lo paso con mi hija mayor , la menor y mis bellos nietos, pero ella fue a pasarlo con su marido , que se encontraba de turno. Situación, que me alegró mucho por la unidad de la familia. Así que lo pasamos separadas : cada uno inmersa en su mundo. Tenía la posibilidad de ir donde unas amigas, familiares muy queridos, que me invitaron, o ir a un restaurant, etcs .; sin embargo, por esta vez, decidí pasarlo sola en mi casa acompañada de mi querida Coca ( mi hija putativa peluda) y también así poder medir mi nivel de crecimiento y el efecto de la terapia en conjunto con mi mi sicóloga ( tengo una depresión muy adherida a la piel, por sucesivos duelos familiares) Preparé una rica cena, con un delicioso postre ...y cola de mono (sin alcohol , sin cafeína, soy hipertensa). Decidí ,como el poeta Li PO, que se emborraba con poesía a la luz de la luna, cenar en la terraza de mi "casita de muñecas ", como decía Polonia, mi gran amiga (Q.E.P.D.) .Media hora antes de las 12 campanadas, me preparé para el evento. De pronto el viento arremolinado, me difultó la cena, así que bajé al primer piso al comedor habitual, que también estaba inmerso en un ambiente navideño ( hago Talleres de artesanía Navideña, eso me motivó mucho) , así que ordené de nuevo mi mesa y me senté a disfrutar de los manjares. Había encendido el arbolito navideño, las luces daban un colorido especial a la habitación, a lo lejos se escuchaba el ruido de una que otra bengala o estampido de fuegos artificiales. La música del radiotransmisor con el díal puesto en 102.000 "Oasis", invadía dulcemente mi hogar, llenándolo de hermosas melodias del recuerdo . Los platos dispuestos ,trasuntaban el ambiente de sabores ricos, navideños; las ensaladas refrescaban con sus aromas, los duraznos lo llenaban todo de dulzura; y se mezclaba con los de la carne que había preparado al vapor y con yerbas finas, y el cola de mono: leche y café con vainilla, clavo de olor y canela, invitaban al placer con su especias. En medio de este momento relajado, calentito y hogareño, Coca cenaba en su platito manjares similares, no podía dejar de lado a mi compañerita de todos los días, con sus ojitos almibarados y su pellizco de cola sonriendome o alegrando mis noches . Así iba todo ,aconteciendo fluidamente, no podía pedir nada mejor... hasta que sucedió algo muy bello: al tomar los cubiertos y llevarme delicioso bocado a la boca, me detuvo, una fuerza, que me venía de la consciencia, entonces los dejé sobre el individual serenamente y junté mis manos, bajé la cabeza y mi corazón se abrió , mi boca, mis labios, empezaron a decir palabras, palabras de agradecimiento que salían de lo más profundo de mi alma: "Gracias creador de mis días por esta cena que me das, por mi trabajo , que es mi medio de vida, de recursos, al que vienen personas que necesitan mucho amor, por la posiblidad de poderlo entregar, crecer; por este plato de alimentos que me he ganado sola, honestamente, dignamente; por esta pequeña casa que puedo pagar el alquiler y no ser un estorbo para nadie, por la luz, por etcs. etcs. por todo aquello que me da el privilegio de ser autosuficiente. Padre, muchas años lloré por la pérdida de mi hogar, de mi familia, de la casa legalmente compartida, pero hoy te agradezco humildemente , porque puedo sola sustentarme....e iba nombrando,enumerándo mucho bueno que tengo y que antes la pena, la tristeza , la autocompación me obligaba a no ver. ...Agradecí por mis alumnas, por mi médico tan querido, que me había sacado de la depresión, cuando sólo tenía ganas de morir, por las personas bellas que conozco, por mis hijas y sus vidas personales, por mis adorables nietos, por mis amigas y amigos, familiares, por la poesía, por el arte, que me rescatan . Y luego de agradecer en medio de las lágrimas que vertía y vertía como un surtidor que limpiaba mi alma, le pedí a mi padre creador, no por mí sino por todas aquellas personas que conozco, que necesitan su apoyo, su fuerza, mi fuerza, por mis compañeros de trabajo y sus actos de amor por el prójimo; en fin por tantas cosas, personas,niños, ancianos, solos, en desventajas sociales, afectivas, por el mundo...y por cada uno de los amigos y participantes , conocidos y desconocidos que habitan la bloggósfera y los que crearon, este medio, que nos auna, que nos acerca en lo humano. No si si mi subconsciente lo elaboró o fue mi oración tan ferviente, tan intensa, que sentí una presencia consoladora frente a mí: sentí a Cristo junto a mi, al padre, en un todo. (siempre me costo entender lo que me enseñaban las religiosas de mi colegio sobre la Santísima Trinidad, era un misterio muy grande pára mí,pero esta vez supe en carne propia que era y que significaba esa trilogía ) No, no me sentí sola, sino reconfortada, agradecida: feliz, liberada después de mucho; sin dolor, limpia, purificada. Sequé mis lágrimas que aún fluían y como un bálsamo lavaban mi alma, la llenaban de optimismo en una catarsis extraordinaria. Terminé la cena y subí a la terraza . La Radio Oasis, encendida, en mi habitación transmitía la programación de Año Nuevo, la voz del locutor, enviando mensajes de amor, y de gratitud, como si espontaneamente sincronizara con mis palabras, es decir sentí que mi oración continuaba; pero en los labios de otra persona, que pedía por la paz, por la vida, por lo mucho que teniamos los humano. Se escucharon los sonidos de fuegos artificiales, de risas, de voces de vecinos alegres. Y anunciaron las doce, mientras en la terraza, serena, plácida, sin pena, yo abrazaba a mi perrita Coca , que lamía de besos mi rostro.... finalmente nos bañamos y nos emborrachamos de luna (como decía mi amigo el poeta Li Po). Mi alma sentía tanta paz , estaba en los cálidos y amorosos brazos de mi creador.".