NOTA: Este relato fue escrito el día 31 de Octubre de 2006
(lo encontré hoy 4 de Octubre 2023 buscando algo que necesitaba)
Hace unas tres semanas , más o menos, al llegar a casa, la lucecita de mi contestadora pestañaba sin cesar... hundí el botón para escuchar el mensaje .
Para mi
sorpresa, luego que la cinta avanzó, escuché y supe que era la voz de un amigo
dejándome un mensaje y agradeciendo mi preocupación.
Todo eso no tendría nada de extraordinario, si no fuera , porque el mensaje era antiguo y de un amigo, que lo había dejado " más o menos 5 años atrás".
Entonces el
corazón me dio un vuelco y pensé: ¡ él murió!.
Hace un año atrás , me llamó para contarme que al día siguiente sería operado , no le podían hacer el trasplante de hígado tan esperado, porque le habían encontrado un
tumor cercano a este.
En verdad, me comentó y expresó palabras tan bellas de nuestra amistad y afecto, que sentí que era una despedida.
Algunas veces él me llamaba , o lo hacía yo , otras estaba dormido o descansando.
Le dejaba recados y yo sabía
que se los daban.
Con un increíble sentido del humor contestaba y me decía:
"Todavía estoy vivo"
Pero luego de unos meses, sus llamados cesaron y no supe más de él.
Luego de ese mensaje, que nombraré "post mortem", traté de llamar a su celular: este decía: el teléfono que Usted lama no existe.
Una gran inquietud, se apoderó de mí, luego de soñar una noche entera conversando con él.
Todo era tan real y el momento de grata
camaradería, afecto y amistad, como lo fue siempre.¡
Finalmente , hoy, me fui a Google y puse su nombre.
Apareció un destacado en la página de
la Universidad de Santiago.
En en el artículo se hablaba de su obra, del legado que dejó a sus alumnos y un teléfono "para contactarse, con un profesor XX,
para requerir mayores antecedentes de nuestro querido profesor el Ingeniero C R G, Profesor y Director de Carrera Tecnológica Q.E.P.D.".
Quedé silenciosa, trémula, no es fácil, perder un amigo de 22 años atrás, que en una época significó tanto.
El se autodenominó "Cactus ", venía del Norte, había nacido en Vallenar, era lindo de alma, un hombre inteligente, bueno, poeta, que soñaba con un mundo justo, de igualdad
para todos, era un maestro extraordinario, sus alumnos lo respetan y querían mucho...yo también.
Su palabra era almibarada, galante. Con mucho sentido del humor.
_Cómo los cactus soy yo¡_ me repetía siempre.
(¿Cómo son los cactus Erika?)
Sé que se despidió de mí, que me llevó por los caminos necesarios para que yo supiera de su partida, más aún cuando me comuniqué con el profesor señalado en el comunicado, supe que era su mejor amigo, éste sabía de mi existencia y me invitó a tomar un café para conversar de César , pero yo no tuve la fuerza, ni energía para hacerlo y nunca lo llamé para concretar la reunión...
Por esa razón, estoy aquí hoy rememorando,
el afecto de 22 años atrás...desde mi alma, que tuvo el placer de conocerte y ver tu corazón hermoso C R G.
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