MICROCUENTO DE LA PRINCESA TRISTE Y EL PRÍNCIPE RANA

Un día la princesa se puso muy triste porque el  cuento de hadas se acabó: 

Fin!...End!.

 El príncipe que parecía príncipe y hablaba como príncipe encantado y prometía  este mundo y el otro,  no era más que una pusilánime  rana.
 Un día , sin previo aviso se fue  a su fuente, a su posa, a su charco, donde Doña Rana lo esperaba como siempre , con el uslero en la mano. 
La pobre princesa lloró, lloró, lloró y lloró  y se encerró en su castillo a fenecer.
Un día , después de muchichísimas lloradas, se miro al espejo y vio una larga marca de rimmel "tatuada" en su cara, la que trató de quitar con cremas, jabones , perfumes y otros tantos elixires.

Comprendió entonces, que todo  eso,  estaba y era demás.

Se sometió a psicoterapias, libros de autoayuda , cortes de cabello, tinturas , masajes , dietas para adelgazar etc.etc etc etc .

"La ira también mueve montañas".

 Luego se miró al espejo y se encontró linda,!

Acto seguido, abrió las puertas del castillo.

Afuera había muchos caballeros andantes...

 Como Penélope, pero sin tejido, escogió a  un  caballero menor, sin más pergaminos que su joven corazón,  que la fascinó con sus versos y su espada de lucha por la igualdad social.. y demases yerbas importantes 

Entre ellas, la sabiduría del  juglar en las placenteras lides amatorias, más poderosas que todos los tomos de las 40 o 50 Sombras de un gringo que nadie conoce en América.

_ Entonces se vengó, bien vengada!._

Hasta el día de hoy se sigue vengando feliz de la vida...!!!.
Y el fome rana calvo de rabia se quedó.
Moraleja: Hay príncipes que no son más que vulgares ranas ...y ranitas que son

WOW! Verdaderos príncipes !!!!.