Soy hija de un ferroviario, Maquinista de Primera: Hugo Comparini Boni, " el gringo", como le decían por ser hijo de padre italiano, que amaba su trabajo y le hacía feliz volar por los rieles metálicos en su corcél de acero.
Escribo poemas y crónicas en uno de mis blogs al respecto en su memoria.
Mi padre también perteneció además al Sindicato de Ferrocarriles Santiago Watt y fue muy querido por sus compañeros de labor .
Prueba de ello, fue el desborde de amigos, compañeros Ferroviarios , personas que lo acompañaron en su último viaje terrenal, en la Iglesia del Cementerio Católico .
Era un ferroviario de cuerpo y alma, muchas anécdotas suyas lo ameritan.
Cuando el Nonnino Ugo quebró y perdió su negocio, mi padre que era su brazo derecho , debió buscar trabajo fuera de casa .
El Nonnino tenia amigos influyentes y consiguió que instalaran a mi padre en Ferrocarriles.
Le dieron a elegir entre las oficinas que era un trabajo administrativo o los trenes.
Mi padre escogió aprender a conducir .
Y no se equivocó!
Siempre amó su trabajo y lo liberó de algunas penas :
surcar los caminos a través de los rieles , llenarse de bosques, de paisajes, de olor a pinos, a carbón de piedras, ver el mar , sentir su aroma y la brisa marina, eran un premio.
Empezó humildemente como fogonero en máquinas a vapor (sacrificada labor y nefasta para su frágil corazón) con el tiempo, dedicación y aprendizaje ascendió a Maquinista de Locomotoras o Máquinas a Vapor.
Años más tarde , la modernidad lo llamó hacer con sus compañeros un Curso de Manejo Locomotoras Diesel.
Fuimos testigos su familia, ya que se reunía con un grupo de amigos y compañeros, a estudiar complicados planos y textos en nuestra casa de Matucana a 1 cuadra de la Estación
Central.
Desde niña aprendí con el Gringo Comparini a trepar de su mano fuerte y firme a subirme a esos monstruos de hierro, que él solía limpiar con cariño con un "huaipe" en la mano , con tanta delicadeza y cuidado, quitándo cualquier mancha que pertubara a su brillante novia de acero.
Recuerdo mucho de los viajes que compartiamos juntos.
Él con su gorro y su traje de mezclilla azul, donde sus glaucos ojos casi celestes brillaban hermosos en su uniforme de ferroviario y el infantable cigarrillo en su mano izquierda.
Algunas veces la Salida era desde Estación Central y tambien otras, paseábamos por el Túnel Matucana ,aledaño de Quinta Normal, dónde cercano a él, vivían nuestras amigas y compañeras de curso Patricia, Georgina , Eduardo Vergara , éste último ahijado de mi padre y Vilma su hermana mayor.
Todos ellos hijos de un funcionario de Ferrocarriles don Luis Vergara y casado con la Sra. Nolfa Rivas ,ella de Collipulli, encantadora y acogedora con sus costumbres sureñas , que nos enseñó a disfrutar del mate, el pancito amasado y el queso derretido en su cocina a leña.
El fin del viaje o Estación Final era la Estación Mapocho .
No sé si estaría permitido este Tour y tramo o no , que él ejecutaba tambien para sobrinos, ahijados, hijos de amigos etc etc etc, fascinados de subir y acompañarlo de copilotos.
Pienso que estos viajes por distintos lugares, estimularon al poeta que habitaba en él, desde niño sus padres le decían "el pequeño escribiente Florentino", como el protagonista de un cuento del libro " Corazón ", de Edmundo D' Amicis, antiguo escritor italiano .
Libro que años más tarde, él
me leia por las noches sentado en una silla frente a mi cama, cruzado de piernas , cuando no andaba " en viaje" .
Me viene a la memoria un cuaderno empastado de color café con poemas escritos de su puño y hermosa letra inglesa trazados en tinta verde.
Daría todo lo que tengo y no tengo, por recuperar ese cuaderno y leerlo, sumergirme en los sentimientos de mi padre, conocer sus sueños y metáforas !!!!!
Él nunca publicó sus escritos y se perdieron , yo lo pude hacer con mi poesía y antipoesia, que hablan tambien del amor, pero además de los derechos de la Mujer y de un mundo de justicia e igualdad , cómo él tan cristiano que fue me enseñó y demostró en la práctica tan solidariamente y con mucha generosidad y amor por el prójimo.
Sé que manejar una locomotora, un tren lo hacían feliz, porque me lo dijo muchas veces de adulta y cómo le complicaba,le angustiaba
jubilar y dejar su trabajo, abandonar esos caminos en la vía, llenos de sembrados, trigales dorados, viñedos y estaciones con diversas personas , animales, pájaros, flores , dedales de oro, que llenaban su vida de magia y de poesia .
Por eso amo tanto los trenes, las estaciones, la bocina, el olor a carbón, el humo que transportaba el viento impregnando hasta los asientos de las salas de espera en las estaciones ,el sonido y tibieza del vapor, el chirriar del tren, el vaivén que parece hablar y meterse en el adn , el pitazo del conductor ordenando la partida....
Cada vez que voy en un tren siento a mí padre que lo conduce, entonces una felicidad inconmesurable, infinita me posée.
Cierro los ojos y me hundo en ese acunar del carro y su vaivén , el taca tac ,taca tac ,me llevan por los caminos de la ternura paterna y me rescatan de su ausencia y de los embates de la vida.
Símil presencia de bienestar y felicidad me embargaban en Talagante, pueblito que me cobijó durante casi 4 años.
Cuando pasaba el tren a la 2 am o 6 am , me apretaba, aferraba y cobijaba en las sábanas tibias.
(En la soledad de la noche, emocionada lo recordaba y sentía su presente , cómo cuando era niña, tocando la bocina o pitazo 3 veces para que con mi hermana Anita, que era más pequeña que yo, supiéramos que iba pasando en el tren, deslizándose por las vías pero pensando en nosotras y piteándo su presencia cercana.
Adulta y conmovida, susurraba bajito: chao papito....)
En ese tiempo, cuando el pasaba , vivíamos en Matucana 39 , frente al túnel y la calle Quinta Normal .
Por eso con cada locomotora, con cada tren , se me nublan los ojos y el corazón se llena de nostalgia , añorando al Gringo Comparini, Maquinista de Primera , admirador absoluto de la Italia, la tierra de su padre Fiorentino, fanático del Dante, Giovanni Papini, Maquiavelo, Leonardo, Rafael, Miguel Ángel ,compositores cómo Paganini, Verdi, y la ópera que me enseñaron a conocer desde pequeña en la casa de los nonnos donde yo vivía.
También aprendí de mi padre a conocer otros autores rusos cómo Gorky y tantos otros,
Ingleses, franceses ,chilenos, ubicados en su pequeña Biblioteca con estantes altos de madera, hechos por él para guardar sus tesoros, que coleccionaba y compraba en las Librerías de Calle San Diego , cuando " estaba libre".
Y sus tallados de Pipas que ejecutaba en madera de guindo, sus bellos pesebres que fabricaba para Navidad ,su devoción por la virgen de Lourdes, cuando los domingos libres nos llevaba con Cecilia , su esposa, a misa a la Gruta de Lourdes o la Iglesia Gratitud Nacional.
Tambien recuerdo como le gustaba el cine y ver los estrenos de películas francesas o italianas.
Con qué ardor recomendaba a sus amistades "il Ferroviario " de Pietro Germi!
Cómo le gustaba Sofía Loren, Anna Magnani, Gina Lollobrigida, Sylvana Mangano, Marcelo Mastroiani, Vittorio De Sica !.. y también "El Último Cuplé", cuya actriz Sarita Montiel se parecía a mi madre...y etc etc etc, !!
Pero por sobre todo recuerdo su amor incondicional, capaz de cualquier sacrificio , la ternura infinita, de ese hombre bueno, sensible de cabello dorado y ondulado, de bellos ojos verdes, hermoso y dulce, que partió tan prematuramente a
los 51 años , dejándonos a 4 hijos con pena infinita: Anita, Sandrita, Hugo Jesús Comparini y yo América, con tremendo recuerdo en el corazón ....y a su nieta de 9 meses , mi hija Pamela Monnina a quien él llamaba amorosamente Mononita y le hablaba orgulloso de ser su Nonno.
Conductor de trenes y forjador caminos, mi padre el Gringo Comparini, era cariñoso con sus amigos: el Flaco Palacios , René Lara, declamador de poemas, el Rucio Roux, el Negro Ardiles , el chico Montesino, Roco Mozzutto de Nicola, el pintor Manuel Magallanes Contreras, algunos de sus pares ferroviarios más cercanos y otros nombres que he olvidado.
Era un ferroviario de tomo y lomo, que amaba su trabajo , que invitaba a sus sobrinos y a nosotras a viajar en esos corceles de ácero, un hombre que era justo e íntegro y quería el bien para todos.
A comienzos del año pasado mi primo Bering, publicista, poeta y pintor, radicado hace años en Mallorca, recordó a mi padre.
Me contó la fascinación y emoción que le provocó a él y a su hermano Italo, recibir la invitación de visitar la Estación y posteriormente subir a la cabina del tren que conducía mi padre.
Felices llegaron a Estación Central y se instalaron como copilotos para vivir un emocionante momento de sus jóvenes vidas.
Bering relataba , que su tío les comentó en el trayecto algo , que le impresionó a mi primo al recordar después de adulto: conocer por mi padre, la existencia de
2 locomotoras italianas llamadas por los Ferroviarios "la Sofia Loren "y "la Gina Lollobrigida".
Historia que conocí a cabalidad este año , cuando un colaborador de un Grupo que Ama los trenes llamado" Aquellos Viejos Ferroviarios," ( al cual me inscribí para recordar los trenes y a mi padre) el Señor Alberto Soto, tuvo la gentileza de enviarme un recorte del diario dónde está la actriz, posando con una foto de su homónima no humana " la Sofia Loren"...y con una dedicatoria que hizo de su puño y letra para los Trabajadores Ferroviarios Chilenos.
Me imagino la dicha que deben haber experimentado todos ellos y él de saber del gesto amable de esta " paisana" de su padre .
Por eso y mucho más:
Babbo, babbino bello ( papá, papito bello)
Gringo Comparini Amore per sempre nel mio cuore.!!!!, Nunca , jamás podre olvidarte!!!
Y cada vez que viaje en un tren dejaré que me envuelva la nostalgia de tu recuerdo y junto con el vaivén embriagador, sean el arrullo que me cobije una y otra vez en tus brazos.