jueves, abril 20, 2023

EL VIENTO RACO Y LOS RECUERDOS ! _ AMÉRICA COMPARINI SALAS _ TALAGANTE

Después de 1 semana en reposo , al levantar  amaneci sin muchas energías .
Razón por la cual me quedé quieta en   cama esperando recuperarme ; sin embargo  de pronto sentí el viento  cabalgando por el techo de la casa , silbando entre sus tejas y sacudiendo las ramas de los árboles.
Este  sonido y preámbulo invernal en pleno  otoño, más la fricción  crujiente de las hojas    para luego liberarlas y hacerlas  danzar en el aire , me animó y  aparecieron  fuerzas inesperadas que me impulsaron a dejar el lecho.
 Así lo hice con cuidado  protegiendo mi costilla doliente por un golpe inesperado.
 Corrí las cortinas de mi habitación, abrí la ventana y observé ese baile de la naturaleza.
  El aroma seductor de la  tierra húmeda por el rocío matinal rozaba suavemente mi cara y  penetraba en mis sentidos.
Me levanté cojeando, pero contenta  a  preparar algo que deleitara mi paladar...las penas con dulzor en los labios son más faciles de llevar.
Decidí hacer algo tan simple como hacer una ensalada , no requeria  mayor esfuerzo y  acompañaría con " humitas " que se encontraban congeladas .
 Semanas pasadas las  compré a don Alonso Maldonado, un vecino que hace meriendas a domicilio y prepara sabrosos platos .
Lo bueno de ésto , que tiene voluntad de oro  para prepararme  comida sin sal.
Lo que por estos días se agradece y ha sido una bendición , en este exilio forzado.
Afuera de mi casita en TALAGANTE, mi nuevo pueblito, aún  se desplaza  con furia esa energía eólica y puedo sentir su rumor.
Me encanta, me fascina, me estimula  y me  inunda de recuerdos!
Me lleva  a rememorar a  mi hija cuando era tan  pequeñita y  tan mía 
 Vivíamos  con mi primer marido  su padre ,en una Parcela en las Vizcachas . 
Allí él escribía una de sus novelas.
  Era común sentir el tintinéo  de las teclas de la máquina de escribir , golpeando el papel , mientras iba dándole forma a sus personajes .
Algunas veces  lo sorprendía  sollozando.
 Conmovida y extrañada le preguntaba que le  sucedía .
No era fácil ver a un hombre de 50 años llorando en un entorno tan bucólico y plácido , con una compañera joven y alegre !
Yo me sentaba en su falda y lo abrazaba.
Aún preso de emoción y con el rostro húmedo se aferraba a mis brazos y con su cabeza pegada a mi pecho respondía :
" Es que mis personajes me sobrepasan " me golpean "..!
En ese momento tan solemne y emocional para él, silenciosa lo abrazaba , le  secaba sus lágrimas,  lo besaba en  la frente y acariciaba su cabeza.
Faltaban muchos años aún, para que yo llegara a sentir esa emoción con mis propios personajes y relatos .
Luego de los abrazos y la ternura,  se calmaba y continuaba escribiendo.
 satisfecha de haber calmado su pena,me  iba al dormitorio  a jugar con nuestra hija y preparar su biberón, esas labores tan entrañables de las madres.
De niña fui  una asidua lectora ; mi padre tenía una gran Biblioteca en nuestro hogar .
En las monjas , en el internado de niñas de Casa de María o Monseñor Blas Cañas,  era " un ratoncito  de biblioteca" ; las religiosas  el fin de semana me pasaban las llaves y entrara a ese mundo mágico de la lectura.
En ese momento  de plenitud hogareña y maternal, en Las Vizcachas, no dejaba fluir el don mágico de la escritura, el mismo que anteriormente , me hacía llenar páginas y páginas en cuadernos escolares, durante mi estada en el Internado y dejar asomar  , al duende de la poesia.
Fue con  este compañero de vida , de su mano, que a los 19 años,  por primera vez, conocí  en la calle Almirante  Simpson 7, la "Casa del Escritor" donde funciona la  Sociedad de Escritores de Chile .
Allí me presentó a sus amigas y amigos escritores : poetas y narradores , que yo embelesada y muda los escuchaba conversar.
A algunos escritores ,  los conocí en la Biblioteca Escolar o en los Estantes que mi padre fabricaba para acomodar sus libros.
Para , de adolescente solitaria, se encontraban en mi dormitorio.
A otros narradores y poetas  los conocí en diversos lugares de la cultura donde se reunían.
Tomada fuertemente de  la mano de A  ,  contestaba  con monosílabos a sus preguntas .
Ellos eran amables y gentiles conmigo y me llamaban " la bella musa de A" y como poetas besaban mi mano y me decían poéticos halagos .
En este mundo de escritores, en ese tiempo,  existía mucho  respeto por la obra o las obras de cada cual.
Sabía que mi compañero escribía sobre personajes muy fuertes y controvertidos , a ratos feroces ,como prostitutas y hampones.
Al respecto , tal vez por mis 19 años y escasa experiencia en el mundo exterior, le decía al padre de mis hijas , que por qué no cambiaba el lengaje brutal y coprolálico de los personajes.
 Había visto como algunas respetables damas iban a nuestra librería y Feria del Libro,  después de haber leído su libro , se lo tiraban por la cabeza llenandolo de insultos.
Yo insistía en mi buena voluntad de "evitar malos ratos", pero él mirandome con dulzura y sonriendo me respondía:
Pero  cómo voy hacer hablar a una prostituta o un hampon con lenguaje de "señorita".
No puedo, sería falsear el personaje¡
Tenía razón, él era un escritor que tocaba el mundo marginal, uno de los precursores de este género, donde existían seres humanos dolientes , sobretodo niños y mujeres desgarrados por su vida miserable y la pobreza.
Pero como bien , dice un querido amigo mío " no todo es Literatura "  , vuelvo a tomar el hilo del recuerdo y a revivir  lo "que hoy me trajo el viento" (como  el título de un Radioteatro de Antaño) . Retorno a  la hermosa  y acogedora casita de madera y piedra,  de las Vizcachas , llena de óleos de pintores chilenos y encumbrada en una pequeña loma, rodeada de muchos árboles , que no eran cualquier especie sino  damascos imperiales, maravillosos , que en verano nos deleitaban con su jugoso y dulce fruto.
Y que  en invierno, aún fuertes y bellos, se doblaban con tibio viento llamado  "Raco"
Tenía 20 años , en ese entonces: era tan  joven y tan alegre :
 Era feliz ¡
Me sentía tan amada por ese hombre mayor que podía ser mi padre, pero en esos momentos, en esa etapa de mi vida,  su ternura era infinita y yo me sentía plena . 
Me hablaba con extrema dulzura, muy lejano a su vocabulario de escritor "pornografico", como le decían esas señoras, tan delicadas de piel.
Época que  todo era hermoso por el inicio de la maternidad en mi,  cubriéndome
de ilusiones  y sueños.
Cuando llegaba el viento tibio del Raco, envuelta en un poncho chilote, abría la puerta y  casi doblada por su fuerza, salía y corría bajo los árboles. 
Extendía los brazos para que el Viento me envolviera  con su fuerza  poderosa y desordenara mi cabello.
 Ese ritual  era una comunión deliciosa  con la naturaleza.
Nunca más volví a ese lugar , pero aquí en TALAGANTE he podido sentir algo cercano  a esa emoción cuando el viento me guiña con su arremolinado cantar.
A veces los blancos pañales de mi hija , parecían volar   como blancas alondras y sus pequeñas camisitas  flotaban al viento.
Yo   corría a buscarlos feliz y podía sentir al ponerlos sobre mi rostro , el calorcito del Raco y el perfume de la ropita de mi niña con su aroma a bebé.
Hoy el viento Talagantito , es más frío y solitario que el de antaño, pero igual me llama y me seduce llenàndome de nostalgias.
Me dice imperativamente  que me levante, que aquí también puedo tener recuerdos lindos y personas hermosas, generosas que hacen que la vida se torne grata  aún en la certeza difícil  de las  ausencias tan amadas como son los hijos y la familia.
Aunque se que aquellos momentos y las personas que me rodeaban ya no existen y mis hijas ya crecieron y habitan en sus propios mundos...tomo el libro de Anthony de Mello y leo una y otra vez el tema del desapego, para volver a retomar mi vida y olvidar..lo inovidable.

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