En marzo de 1989
, un grupo heterogéneo de mujeres y hombres que escribíamos poesía, o lo intentábamos, nos reunimos en la SECH (Sociedad de Escritores de Chile) para iniciar nuevamente un Taller de Literatura.
Un amigo del depto. de Cultura , nos comentó, que este año tendríamos otro profesor .
Con antelación Hora
cio Ahumada y Edmundo Herrera, ambos poetas conocidos en la SECH
Aceptamos el hecho con ánimo dado el curriculum del profesor.
Aceptamos el hecho con ánimo dado el curriculum del profesor.
Los antiguos alumnos, estábamos acostumbrados a la camaradería y entusiasmo de Edmundo y Horacio.
Los alumnos recién llegados, todos lógicamente, dispuestos; sin embargo, cuando nos presentaron a Osvaldo Ulloa Sánchez o al Poeta Ulloa, nuestras perspectivas cambiaron: era una persona encantadora, llena de ternura, de ganas de hacer cosas, de sueños, de grandes valores y solidaridad.
De hecho lideraba el TALLER CEMOR - ASECH CHILE instancia literaria creada, para la participación de pobladores, dueñas de casa, estudiantes comunes universitarios, profesionales de diversas corrientes filosóficas, religiosas.
Nos reunimos cada semana durante cuatro años, en las clases de este profesor joven, aggiornado y cálido, que realmente amábamos y que no solo nos enseñaba a descubrir técnicas literarias, también a jugar con las metáforas, a conocer a los grandes autores, a "poder leer y entender" la poesía.
Eramos uno para todos y todos para uno: la risa , la ternura, los versos, la solidaridad, eran nuestra meta.
Motivados por y con el poeta Ulloa, hicimos un "operativo cultural", en una población del paradero 15 de Vicuña Mackenna, una población muy maltratada por la dictadura.
Allí fuimos con Teatro de Titeres y los muñecos, que me pertenecían y yo usaba en presentaciones personales, además de cartulinas, pinceles, lápices de colores, acuarelas , insumos para jugar con los niños y darles una tarde de amor.
Nos reunimos cada semana durante cuatro años, en las clases de este profesor joven, aggiornado y cálido, que realmente amábamos y que no solo nos enseñaba a descubrir técnicas literarias, también a jugar con las metáforas, a conocer a los grandes autores, a "poder leer y entender" la poesía.
Eramos uno para todos y todos para uno: la risa , la ternura, los versos, la solidaridad, eran nuestra meta.
Motivados por y con el poeta Ulloa, hicimos un "operativo cultural", en una población del paradero 15 de Vicuña Mackenna, una población muy maltratada por la dictadura.
Allí fuimos con Teatro de Titeres y los muñecos, que me pertenecían y yo usaba en presentaciones personales, además de cartulinas, pinceles, lápices de colores, acuarelas , insumos para jugar con los niños y darles una tarde de amor.
Tambien lo hicimos con nuestros compañeros poetas del símil al nuestro Taller el Taller "Huelén" y Lita en ese entonces su compañera de vida, su hijo Osvaldo, su cuñada y su Secretaria de siempre Letecia Acuña.
Nunca olvidaré una imagen que quedó grabada en mi corazón por siempre ; en nuestro transitar por allí, salimos a perifonear en un vehículo invitando a los pequeños.
Nunca olvidaré una imagen que quedó grabada en mi corazón por siempre ; en nuestro transitar por allí, salimos a perifonear en un vehículo invitando a los pequeños.
En un patio pobre, pero iluminado por la triste y tierna imagen de una niña
chiquita, que encaramada en un cajón escobillaba una prenda desteñida dentro de una batea (o artesa de madera) Le tocamos la bocina conmovidos y con ternura le pedimos viniera a la fiesta de los niños; nos respondió con sus ojitos estoicos y suave voz ,que no podría hacerlo: "tengo mucho que lavar".
No recuerdo con quién estaba en el vehículo.
Esa muchachita esmirriada, me causó una onda tristeza.
Recordé a mis hijas de su misma edad y mi hogar tan diferente al suyo.
Entonces, comprendí al poeta Ulloa, entendí cuál era su idea de enfrentarnos a un mundo diferente del cual veníamos: el de la pobreza y desventajas sociales.
Osvaldo no sólo nos enseñó a escribir mejor, a manejar la sintaxis, conocer autores, sino a sentir el dolor del pueblo.
Osvaldo no sólo nos enseñó a escribir mejor, a manejar la sintaxis, conocer autores, sino a sentir el dolor del pueblo.
El poeta Ulloa, en esa época, era nuestro Maestro, Mentor y guia y además un profesional experto en Prevención de Riesgos de la USACH, también
pedagogo: Licenciado en Castellano, Filología, Magister en Letras, Doctorado en Literatura, autor de varios obras poéticas y narrativas.. algunas dedicadas a los niños, al amor.
Aún me emociona leer "Poemas de Amor," texto escrito a su compañera Lita y madre de 3 de sus hijos, incluidas varias mujeres o amores de su vida, como él mismo me lo dijo, cuando emocionada le comento lo mucho que me gustó su libro y la dedicatoria.
También en sus libros señala y rinde homenajes a hombres profundos de la iglesia católica, con quien trabajó arduamente en pos de los Derechos Humanos y la Liberación.
Fue cronista de la Revista APSI ( creada en Junio de 1976)
Seguidor de Monseñor Romero, ese maravilloso sacerdote que dio su vida por los pobres, los maltratados y malqueridos de su país , cuya institución fue la mentora de nuestras clases de Literatura.
Quiero destacar sus Manuales para escribir Poesia y Cuento, infinitamente pirateados y fotocopiados, en diversos talleres literarios.
Quiero destacar sus Manuales para escribir Poesia y Cuento, infinitamente pirateados y fotocopiados, en diversos talleres literarios.
Osvaldo aparte de sus varios libros editados, fue alumno destacado de Nicanor Parra y ayudante de Enrique Linh.
Profesor de algunas Universidades de la Región Metropolitana, además de Valparaíso y Viña un "hacedor de poetas" en sus múltiples Talleres, además de profesor de Tai Chi en la Universidad de Valparaíso.
Nosotros eramos " del Taller Espacio": Miguel Moreno , Enrique Pezoa , Ximena Hernández , María Ester Pradenas ar
Nosotros eramos " del Taller Espacio": Miguel Moreno , Enrique Pezoa , Ximena Hernández , María Ester Pradenas ar
, Marión Canales . Yenny Caneo, Roger Texier, Isabel Gómez, Magdalena Fuentes, Juan Carlos Etcheverry, María Elena Martinez, Tatiana Olavarria, Aurora Fuentes , Teresita Perez , Victor Hugo Arcaya (único solvente económico, que nos invitaba a todos a La Casa de Cena a celebrar con caldillo de vieja, los premios obtenidos) y yo.
… y nuestro inolvidable Bernardo Chandía, el primero del grupo, que nos abandonó, víctima de una extraña enfermedad.
Bernardo fue activo participante de la SECH y del Depto. de Cultura, a los 34 años se fue a las alturas a escribir versos entre las nubes…
Del poeta Ulloa, de nuestro profesor Ulloa, aprendimos muchas cosas importantes de la literatura, pero lo más destacable , su tremenda capacidad para amar, entender al ser humano en sus debilidades y flaquezas, a sentir el día a día como el primero y el último y también a desgarrarnos con sus poemas de la tortura (situación que vivió y marcó su destino)
Hoy recuerdo nuestro "Taller Espacio "con nostalgia y entrañable cariño, hoy que cada uno está en lo suyo, que vivimos lejos, en diferentes mundos, que no nos vemos... pero siempre estará allí en una parte de nuestro corazón el poeta Osvaldo Ulloa, con su cabello lleno de rizos, (como los querubines), con la sonrisa fácil, la voz suave llamándonos con diminutivos o en forma especial a cada uno, con su cigarrillo o su habano entre los dedos y labios... la mirada perdida en las volutas de humos entrelazándo metáforas, haciendo o viviendo la poesía y manifestando que el papel traspire de poesía.
Bernardo fue activo participante de la SECH y del Depto. de Cultura, a los 34 años se fue a las alturas a escribir versos entre las nubes…
Del poeta Ulloa, de nuestro profesor Ulloa, aprendimos muchas cosas importantes de la literatura, pero lo más destacable , su tremenda capacidad para amar, entender al ser humano en sus debilidades y flaquezas, a sentir el día a día como el primero y el último y también a desgarrarnos con sus poemas de la tortura (situación que vivió y marcó su destino)
Hoy recuerdo nuestro "Taller Espacio "con nostalgia y entrañable cariño, hoy que cada uno está en lo suyo, que vivimos lejos, en diferentes mundos, que no nos vemos... pero siempre estará allí en una parte de nuestro corazón el poeta Osvaldo Ulloa, con su cabello lleno de rizos, (como los querubines), con la sonrisa fácil, la voz suave llamándonos con diminutivos o en forma especial a cada uno, con su cigarrillo o su habano entre los dedos y labios... la mirada perdida en las volutas de humos entrelazándo metáforas, haciendo o viviendo la poesía y manifestando que el papel traspire de poesía.
Fotografía: Crédito a quien corresponda.
(1989_1992)