lunes, enero 27, 2025

LA RELIGIOSIDAD Y EL AMOR _AMÉRICA COMPARINI SALAS_ TALAGANTE _ CHILE

Hoy fui a la Iglesia a escuchar la Misa dominical...y a rogar por quienes amo.
También, confieso que cada cierto tiempo, cuando las fuerzas de mi humanidad, ya no son lo suficientes fuertes, debo ir al Templo y allí fundirme en una "entrega total" con las Divinidades ...o en  mis sui generis creencias, producto de una mezcla de diversos eventos, rituales transcurridos y atesorados por  mi psiquis a lo largo de toda mi vida.
Desde las misas compartidas con mi  religioso padre en la "Gruta de Lourdes" en Santiago. O misas y rituales de Semana Santa en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, con los Santos tapados y vestidos con túnicas o mortajas morada. Y los preparativos de la Primera Comunión, con el Padre Ipinza, sacerdote italiano amigo de la familia, de pequeños  ojos inquisidores de la Iglesia del Carmen y las Monjitas de la Capilla y Convento "Cristo Pobre" que almorzaba en casa dos veces al mes... O al   mes de  María enamorada de Jesús... pero de Jesús Serrano, un chico hermoso hijo de españoles, de  cabellos rubios y ojos claros , con el que  tuvimos un cuasi romance de adolescentes ...
Digo "cuasi" de no ser por mi celoso y estricto progenitor que una vez que nos descubrió " conversando en medio de  inocentes coqueteos  y tomadas de mano, en la esquina de mi casa, después del Mes de María,delatada por alguien de la casa,  mi padre , bajó en pijama, pantuflas y bata del segundo piso .
 Nos hizo un escándalo de proporciones, donde yo  _muy_ demasiado  avergonzada por su atuendo y sus gritos al más puro estilo "conventillo italiano" , huí del lugar y me fui corriendo. 
Subí los 35 peldaños de la escalera de mi casa con el corazón agitado en el pecho , como si fuese una alocada paloma. 
Me encerré dos días en mi habitación con miles de emociones dentro:
Desde la  tremenda vergüenza, lágrimas de frustración  a odiar a mi padre .
En medio de la trifulca, dejé al pobre y bello Jesús Serrano solo,  temblando ante mi progenitor desubicado.
Por supuesto,  nunca más volvió a cortejarme y sólo se conformó con  mirarme desde lejos, junto a su grupo de amigos...yo bajaba la mirada y mis mejillas ardían.
Después por decisión propia y harta de tantos reglamentos,
restricciones injustas, pasarlo muy mal  y vivir en un hogar ajeno, que nunca sentí mío, tan falto de ternura y cariño cuando era una adolescente y mi padre tan ausente con sus viajes laborales, decidí abandonar a mi padre y su esposa, que no era mi madre y a su familia
 Rompiéndome yo misma el corazón, porque lo adoraba pese a todo. Una tarde cansada, tomé un puñado de ropas y me fui donde la nonnina, quien conocía mi realidad y con la cual viví desde mi más tierna infancia  hasta  los 7 años  en su casa-quinta hermosa, en Quinta Normal.
Casa llena de pájaros, flores, árboles, gallinas y  con mi prima A de los Angeles , libres , felices, cuidadas con cariño por los nonninos ,en medio de días y  de  Domenicas llenas de música, donde el nonno  cantaba junto a los tíos y amigos italianos invitados,  bellas arias. de Verdi, Puccini , Rossini, o canciones italianas en discos de Caruso, Beniamino Gigli,  Giacomo Lauri Volpi ( primo de mi nonnino por el lado de su madre Juditta Piccioli Volpi) tarantelas escuchados  en el moderno pick-up o tocadiscos de la tía Amedea.
 La nonnina se esmeraba en preparar sabrosas salsas que bañaban los   exquisitos platos de cappeletti, ravioli,  tortellini o polenta con pajaritos.
 Delicias llenas de aromas , regadas con vino rojo, que como  rubíes líquidos , eran  vaciado en copas de cristal, que tintineaban ante los 
_¡"Salutte amici"_
 en medio de risas y nostalgias del terruño de la bota .
Para finalizar con un delicioso postre rosado hecho con turrón de vino, preparado  por la Emilita Stippo, amiga asidua y soltera de la nonna.
__ Ese fue mi paraíso perdido__ que añoraré toda la vida: a ella Ameriga Boni Alessandrini  y  a él Ugo Comparini Piccioli... mis amados abuelos italianos.
Cuando llegué a la casa de la nonnina, escapando de la casa de mi padre, ella ya estaba  viuda y sin la querida casa quinta, sino en la  calle Quinta Normal,  cercana a la de mi padre, me recibió con cariño entrañable y de inmediato comenzamos a planificar mi nuevo destino .
Convenimos que lo mejor, para evitar la presencia cercana  de mi padre y su familia, era irme a un Internado religioso.
La nonnina asidua de la Parroquia del Sagrado Corazón, donde iba a misa y al rito del Rosario, indagó con su amigo el Padre Canessa  un Internado para mi.
Aún ante la actitud de mi padre, que no quería dejarme ir y regresara a su casa , el apoyo incondicional y firme de la nonnina, que era su madre, y que le habló muy seria en italiano , defendiendo a la " ragazza" que yo era , mi padre que la  amaba y respetaba  no pudo negarse.
Me fui a matricular con ella e ingresé en marzo al Convento de la Monjas de la Casa de María , como pupila del Instituto Blas Cañas...ubicado en la calle Carmen , donde además había una hermosa y antigua Iglesia.
Tuve la fortuna de ser recibida por la Madre María Esperanza de Jesús, quien fue una segunda madre para mi, llena de ternura y comprensión...dispuesta a reir con mis chistes y travesuras.
Allí en ese colegio y convento antiguo, lleno de misteriosos pasillos ,  pasadizos largos y lúgubres, celdas de monjas, la estatua del padre 
Blas Cañas, y muchos óleos del pintor Alejandro Cicarelli, abandonados en una pieza antigua , que durante las vacaciones descubrimos y grandes jardines interiores con una Gruta de la Virgen de Lourdes, en medio de limoneros , naranjos , jazmines, lirios y rosas.  Por las noches jugabamos a las  escondidas y recorríamos pasillos con linternas y sábanas puestas , simulando ser fantasmas..
Un dormitorio grande , nos acogía,  llenos de 40 camas con niñas grandes,  adolescentes y una celda central , donde dormía  la Madre María Esperanza , nuestra cuidadora y celadora de nuestros sueños.
 Allí  aprendí a ser feliz nuevamente.
 Mis compañeras cómplices de muchas aventuras y bromas de adolescentes,  iluminaban mis días.
Una noche, después de casi 1 año, sin darme cuenta dejé de llorar por la ausencia de mi padre.
Los aromas del jardín, de la capilla a incienso, los vitrales preciosos, iluminados por el sol, las oraciones, las monjas, el tintineo del rosario colgado a la cintura de ellas, el silencio, los cánticos y la música  del gran  órgano, fueron transformando mi vida y llenándola de misticismo.
Al punto, que para las vacaciones y la Navidad, me quedaba sola en el Internado, con las monjas, que me querían mucho y me comenzaron a ver,  como posible novicia y luego religiosa de su comunidad.
 Por un tiempo quise serlo y  después poder trabajar como maestra religiosa educando niños.
Mi padre que me visitaba en el salón del convento todos los Domingos, pronto se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y posesivo como era,  no quiso perder a su hija. 
Conversó con un hermano suyo y  su joven esposa , madre de mis primos que yo adoraba  y me convencieron de salir esas vacaciones , llevándome a la Playa.
Allí con ellos y  mi prima A de los Ángeles, conocí a varios jóvenes amigos, que alegraron nuestros días.
Mi fe se mantenía en pié y quería volver al Convento, sin embargo el destino tramposo e impredecible, quiso que conociera a otra persona, que daría un vuelco en mi camino.
 Una mañana de mis 17 y hermosos años, vestida con un juvenil y cómodo vestido veraniego,  fui sola a la playa.
Sentada en mi toalla observaba el mar; a mi lado un hombre bien vestido y atractivo leía un libro sentado en una manta.
De pronto , un niño pasó entre nosotros y nos salpicó con arena y agua de mar, que llevaba en su balde
Al sacudirnos y limpiarnos, cruzamos miradas.
El me sonrió , yo fingí no verlo, pero él se acercó a mi  con un pañuelo y excusándose,  limpió mi brazo de arena y agua.
Ese fue el comienzo de una conversación entretenida y amable, que duraría  6 días cada mañana,  diariamente concertado y sentados frente al mar,  hasta que me fuí al internado a reiniciar las clases.
Él era profesor de Historia, hijo de francés, no muy alto de estatura ,  atractivo, de grandes ojos verdes dormidos, de hermosa sonrisa y que me doblaba en edad.
Se llamaba Alfredo S. M.
Después de preguntar mi nombre  y  mirar el  libro que sujetaba con una mano, mientras secaba mi brazo,  quiso saber si me gustaba leer.
Al responderle afirmativamente , él después de presentarse y decirme que hacía, me habló largamente del libro y de "Existencialismo" , de Soren Kierkegaard, de Federico Nietzsche, de Martín Heidegger, de Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Albert Camus y me prestó el libro impreso  en papel de Biblia y empastado en cuero café, con letras doradas en la tapa.
Debo confesar, que en esa época no los conocía y en verdad no entendí mucho, que corriente era esa tan interesante y liberal.
Con el tiempo llegaría a leerlos y encantarme con ella y ellos.
 Yo  no quería ser menos y  no parecer inculta y le hablé tímidamente de todos los libros que leí en la Biblioteca del Internado, de la de mi padre y de la escuela Básica.
Él se sorprendió gratamente.
Aunque a los 17 años, yo sorprendía más por la belleza que por los conocimientos.
 Modestamente lo digo, porque eso en lugar de ser una virtud, para mi era como una  maldición, por el acoso que sufría permanentemente por los chicos y adultos.
Eso me molestaba profundamente y a la mayoría de los muchachos de mi edad, los encontraba aburridos e ignorantes, que solo pensaban en besar o abrazar.
Obviamente mi idea de ser religiosa murió definitivamente, después de conocer a Alfredo y rendirme ante su charla enriquecedora y encanto personal. 
A través de una compañera de curso  no interna, empecé a recibir correspondencia de Alfredo, escritas en tinta azul con el vocativo siguiente:
 "Querida y siempre recordada América" 
Esas fueron mis primeras cartas de amor,  dulces y cariñosas, pero muy respetuosa 
Él era un seductor y sabía como manejarse y encantar a una virginal y hermosa adolescente , alumna de un colegio de monjas.
Pronto llegarían con las misivas una invitación a salir.
En complicidad con  mi compañera y la tía Joven, me puse mi mejor vestido que fui a buscar a mi ex casa, acompañada de mis primos ...mis principitos pequeños adorables y tan amados El vestido que usé y que yo misma diseñé  era un ajustado vestido celeste, de tela de lanilla "príncipe de gales".
Evita que así se llamaba la tía, me peinó y perfumó , con su perfume habitual "Fleurs d' Amour" de Roger & Gallet, perfume francés hecho de flores exquisitas: jazmín, azahar, nardos, ylan ylang.. 
Aunque fue creado por la casa de Perfumes Roger & Gallet en Francia en 1902 , he leído que este perfume, fue descubierto  en el Oriente, existe un escrito, que indica  que  hace 4.500 años apareció y se incluyen referencias de objetos que servían para guardar estos aromas naturales tan deliciosos.
Evita también  me prestó unos zapatos  tacos altos y cartera  de color azul , todo con mayor sigilo para no ser descubiertas.
Me sentí hermosa y femenina...ilusionada con este primer encuentro .
Alfredo, me pasó a buscar en su "Citroneta" a una cuadra más abajo de la casa de los tíos, como yo le solicité.
 Fuimos a un lugar que se llamaba "Le Cascade", una especie de Bar y Restaurant, donde yo bebí un cóctel llanado Primavera sin alcohol, bien aleccionada por la tía, acompañada de unos platillos pequeños con algunas exquisiteses...y aceitunas..que yo comía, sin botar el "cuesco"..de tímida qué era.
Después  Alfredo me llevó a conocer a su mamá,   una señora mayor  pequeñita de cabello blanco, hermosa y dulce, que me saludó muy cariñosa y me dijo  que era  una niña muy linda  y muy valiente al salir con este "niño medio alocado".
Luego  Alfredo me fue a dejar y por primera vez supe y pude  sentir los besos apasionados de un hombre grande, algo que me agradó y  a la vez me  asustó un poco.
Al  despedirnos, le pedí me dejara a 1 cuadra de la casa de la tía pero. 
para mi desgracia o fortuna, el tío me vio desde lejos .
Él conocía a Alfredo , trabajaban en la mismo Ministerio .
 Me prohibió relacionarme con él, diciendo  que tenía 20 años más que yo, Expresó además que era "un Don Juan" y para colmo separado...como si todo eso fuera un gran pecado.
Volví al Internado y mantuve correspondencia con Alfredo un  largo tiempo , pese que el tío le  habló amedrentándolo con el tema  que yo era menor de edad,   aún  así, seguía su interés y  la correspondencia oculta continuaba.
Las familias italianas de esa época, empezando por los padres, abuelos , tíos y  hermanos, eran muy machista:  se sentían dueños y propietarios de las mujeres de la familia. 
Yo era la nieta mayor y el crédito de la familia, pero el Amor humano derrotó al Amor Religioso.
La vida me llevó por diversos caminos y nunca más supe de Alfredo, hasta que un día mi hija mayor me contó que tenia un nuevo profesor jefe , muy simpático y 
"Me dijo que te conoce" por el apellido se dio cuenta. Te mandó saludos¡
Al escuchar su nombre, no podía creer lo que escuchaba.
Sin querer esa persona había  desviado  mi destino y cambió mi religiosidad.
Incluso mi padre cuando me vio leyendo a los Existencialistas y me puse a  discutir con él por mi interes en nuevas corrientes literarias , me dijo: " un comunista te lavó el cerebro".
Alfredo era un libre pensador y lo suficientemente inteligente  como yo para no ser adoctrinado.
Cuando asistía a las reuniones de curso,  me saludaba con mucho cariño.
Nunca tocamos el tema.
Ambos estábamos casados y con hijos, pero siempre había un abrazo apretado y 1 beso en cada mejilla y en un susurro de su voz en mi oído: sigues tan linda como siempre.
 También, con el tiempo fue profesor en el Liceo de mi hija menor, que lo encontraba "entretenido y agradable, distinto a los otros profes tan divos"
Alfredo fue el segundo varón,  que abandoné en mi vida ...una secuencia que se haría presente y una constante  en mi vida: abandonar, irme de alguien, aunque en un inicio sintiera dolor...después vendría el desapego y la Liberación. 
Tema que no tenía conciencia y lo descubrí casi al final de mi vida, haciendo un balance honesto de mi existencia.
Comprendí que   mi religiosidad , existe muy camuflada y que aparece en mis momentos de crisis existenciales y también  para orar y rogar por la Salud y Bienestar de las personas , que tanto amó y lo necesitan
Como lo hice esta mañana, que fui  a rogar por mis dos hijas amadas  y por un amigo  que amo.
Supe que Alfredo se fue de este mundo, pero mis Divinidades, el Universo , Mi fé, Mis Maestros, conocidos cuando me iniciè en el Reiki, continúan internalizadas en mi corazón  .
Mitos o verdades?
No lo sé pero  están presentes, no me abandonan y siempre me escuchan, cuando las necesito.

Fotografía: Iglesia de  "El Dulce Nombre de María"..del Instituto Comercial Blas Cañas"  ( mi Iglesia amada durante mi internado Colegio Blas Cañas.
Crédito a quien corresponda.