sábado, marzo 26, 2022

FLOR QUE FLORECE EN EL DESIERTO _ AMÉRICA COMPARINI SALAS


El aire del desierto se hacia a ratos muy sofocante y denso.
Por las noches el frío calaba los huesos y hasta el alma.
Sobretodo porque en  esos días  la pandemia asolaba y arreciaba fuerte llevándose a mucha gente.
Los médicos de la tribu no conocían al maligno bicho gestor de tanta calamidad e improvisaban.
Muchos hombres y mujeres partieron en soledad  sin poder despedirse de los que amaban . Inconscientes al devenir y sumidos en la inconsciencia  dejaban este mundo y sus vidas entregados a la nebulosa del desconcierto 
atrás quedaban sus recuerdos y sueños.
La implacable, la maledetta los recibía gozaosa guadaña en mano.! 
La incertidumbre, el miedo y la desesperanza se adherían a la piel y se apoderaba de todos.
Silenciosas
las personas buscaban refugio y se ocultaban en sus tiendas.
El miedo era más profundo que el sonido del viento y sus silbidos en la noche.
Las madres protegían a los niños, abrazándolos  y llenándolos de consuelo, los hombres  a su vez las cuidaban a ellas y a los abuelos , buscando en las mujeres, a ratos olvidadas,  el regazo seguro.
En ese instante la familia volvía a  tomar  relevancia y  los hombres a reflexionar, terminando por  guarnecerse en el nido.
Así llegó Amér la Contadora de Cuentos,  a ese territorio, a ese  lugar, buscando cobijo y cercanía con los suyos, dejando atrás el vergel donde vivía.
No fuera a morir lejos de ellas, sus semillas hechas de sangre y amor, como su hija repetía para que volviera.
Sin embargo, vivir en esa región  en  un  lugar tan inhóspito y confinada en su tienda , con personas distintas que no hablaban su lenguaje y eran difíciles de entender, había sido un grave error.
Quizá Amér se guiaba por  la búsqueda inconsciente de su identidad pasada, de la imagen indefectible de Osman El poeta , el hombre que la había hecho sentir plena, la había vuelto a la vida , a la alegría, la pasión y el amor  , pero que ella abandonó, porque no quería pasar por el tormento y el infierno  del abandono .
Amér pensó en todos los días felices compartidos en ese lugar.
Recordaba el cielo tan azul y llenos de Estrellas , que Osman le señalaba en las noches de amor y le contaba historias y le señalaba  los nombres de esas luminosidades, que como pendientes diamantes colgaban del cielo.
También rememoraba  sus palabras llenas de poesía mientras hacían el amor y la dulzura en sus despedidas , que anunciaban una y otra vez un próximo nuevo encuentro :
" En tus ojos está el paraíso y me voy tan lleno de ti".
_Cómo no pensar cada día en ello?_
_ Cómo no añorarlo???
_ Cómo no morir de pena, de infinita tristeza????
_ Cómo encender inciensos con aroma a sándalo sin él ???
_ Cómo perfumar su cuerpo con aromas a Rosa o jazmín si él no estaba ???
_Cómo recibir la música y sus arpegios sin la llamarada de su amor????_
_Dolía tanto bello en su recuerdo!
_ Aquel lugar no era el mismo sin él.!_
Porque era él quien lo iluminaba todo..!
Volver a vivirlo no era posible , porque la parca lo sedujo..
Cuando Osman el poeta murió también murió su belleza: se miró al espejo un dia, ese mismo que la mostraba hermosa cuando ella salía de sus brazos y vió a una anciana decrépita , rota y doliente.
Entonces Amer decidió  abandonar ese lugar inhóspito y olvidar esa fantasía del recuerdo  y volver a su lugar de origen,  a ese vergel que era un oasis .
La pandemia aún era de cuidado pero tomando las precauciones se podía controlar y volver....
Los días previos a su regreso , Amér la Contadora de Cuentos, salió de su pequeña tienda y se encaminó por el sendero cubierto de sol.
No podía olvidar las palabras de Osman:
_ No me dejes Amér!
Te necesito tanto!
No me dejes!!!!
Pero Amér era también  una sobreviviente y no quería sufrir.
El abandono desgarra el corazón y ella lo conocía de niña y adulta.
Los 10 años menos del Poeta Osman, eran el mejor pretexto para hacerlo.
Pero olvidó que él realmente la amaba , que la ternura y la pasión que ambos sentían no era casual.
Muchos años se sintió culpable del suicidio del poeta.
Años antes, un día,  cuando llegó a su vida lo había visto venir con sus muñecas vendadas, por el abandono de una mujer amada.
Entonces Amér que era su amiga, lo recibió en sus brazos llena de conmiseración .
Ambos no eran más que dos mendigos  abandonados y sedientos de amor.
Entonces él , como una nave llena de sueños llegaba a su tienda por las tardes o por las noches con tanta ternura en sus labios y con  necesidad de ser amado, que en su regazo logró olvidar y encender la pasión que lo envolvía  todo.
Hasta las antorchas y las velas  prendían solas y la tienda se llenaba con la luz ante la presencia del amor...
Hasta su solitario vecino, que fingía no escuchar sus susurros y palabras de amor,  se volvía iridiscente y se hacía cómplice de su amor.
Amér guardó años su culpa y las arenas del desierto fueron sus  testigos y  sus confidentes compañeras de  tristeza y dolor.
Hasta que un día su amigo Adid Adil el Justo
Le hablo con sabias palabras y.le dijo:
No Amér!!!!
Él no murió por tu culpa!!
Tú no Amér !!!!
Él murió por defender una noble causa, por un ideal, por su amor por el oprimido, por desear un mundo de Igualdad y Justicia 
Murió por la tortura que fue objeto, por el escarnio, porque destrozaron su dignidad, porque a los 20 años destruyeron su vida, sus recuerdos,su niñez, su infancia, su adolescencia, su joven vida de adulto y mataron en él los sueños, la dulzura que yacía en su corazón .
_ Pero no tú Amér!
_ Fueron esos " viejitos inocentes", que hoy yacen en prisión y ayer jóvenes y poderosos torturaron y asesinaron a mujeres , hombres y niños, que soñaban con un mundo de Igualdad..y hoy viejos y derrotados reclaman justicia y conmiseración.
Las palabras de Adid Adil El Justo resonaban en su cabeza.
_ Tú no Amér!
_ Tú no!
Y agradeció a su amigo sus palabras llenas de sabiduría y seguridad, que le brindó
aquella tarde.
Amér calló de rodillas, con la culpa alivianada y lloró largamente, pensando en tantos como él  y muchos desaparecidos y en  ese hombre tan dulce, hermoso, valiente y justiciero ,que subió a la torre y lanzó su cuerpo y su alma al vacio, para volar y alcanzar las estrellas y así liberarse de esos fantasmas que lo atormentaban.
Recordó su vida desgarrada y la inutilidad de sus opresores , porque su pensamiento de amor por el desposeído no cambio jamás y perduró hasta sus últimas horas de agonía, en que dictó seminconciente sus dos últimos poemas , instando a sus alumnos a escribir poesía :
" Hasta que el papel transpire poesía"
Amér lloraba y no comprendía como pudieron con tanta crueldad con tantos idealistas inocentes!!!
Pensó en su boca que hablaba de Paz, de equidad, de poesía,...con bellas metáforas Esa boca que besaba con tanta pasión y ternura, que necesitaba tanto amor para sanar sus heridas.
Ese cuerpo  hermoso que Amér amaba y que sabia del horror de la tortura .
Amér juntó sus bártulos , sus escritos y pinturas y regreso al oasis , al vergel de dónde había venido ...allí renaceria.
Aunque en su corazón habitaba un pequeño ruiseñor qué había muerto!!










2 comentarios:

Luis dijo...

Un bello escrito que se mueve entre lo poético, lo onírico y lo biográfico. Me gusta.

americacomparini dijo...

Gracias !!!
Muy biográfico !!!!!